SAUL BASS: SU CARRERA E INFLUENCIA EN EL DISEÑO DE TÍTULOS DE CRÉDITO

Los títulos de crédito adquieren una notable importancia a la hora de crear una introducción psicológica previa en la película.

Para hablar de la evolución de dichos créditos y la importancia de los motion graphics a nivel actual me centraré en la carrera de Saul Bass, considerado uno de los padres de este campo.

A través de su recorrido profesional y su evolución artística se dibuja en paralelo la historia del diseño gráfico en el contexto de la industria cinematográfica, siendo imposible entender el panorama actual sin la influencia de este artista.

Con ello no quiere decirse que haya sido el único autor relevante en este campo, pero se trata de demostrar que su trabajo asentó las bases del diseño de títulos de crédito y que su legado y métodos tanto narrativos como estilísticos siguen vigentes hoy en día.

BREVE BIOGRAFÍA DE SAUL BASS Y COMIENZOS DE SU CARRERA

Saul Bass nació en el Bronx de Nueva York el ocho de mayo de 1920. En una familia formada por inmigrantes europeos. Ya desde pequeño mostró grandes dotes artísticas y al terminar el instituto ingresó en 1936 en el Art Student Leage de Manhattan, bajo la tutela de Howard Trafton, un artista comercial influenciado por el Modernismo que dominaba la ilustración, el cartelismo y la tipografía. Al mismo tiempo compaginó sus estudios con trabajos como freelance en departamentos artísticos y estudios de diseño.

Durante este periodo de formación, bajo las metodologías de Trafton, Bass adquirió conocimientos sobre los criterios estéticos en el estudio de artistas como Picasso, Cezanne y los maestros renacentistas.

A partir de los años 40 Bass asiste a las clases de Gygory Kepes, artista húngaro procedente de la escuela Bauhaus, y bajo su tutela recibe una formación sólidamente entroncada a la tradición cartelística europea, que a su vez está muy ligada a las vanguardias y se desarrolla como un medio con un lenguaje propio.

La influencia europea que Bass recibió a través de su tutor se ve reflejada en sus trabajos, con un alto grado de conceptualismo y abstracción, basada en una síntesis de los mensajes visuales con los menores recursos gráficos posibles.

A partir de ese momento el diseño de Bass cambió radicalmente, desechando lo superfluo y decorativo; sus carteles y tipografías optaron por un rumbo más expresivo y se centró en el desarrollo de lo abstracto y dinámico.

El trabajo de Saul Bass en el cine fue solamente una parte de su vida laboral, desarrollando en paralelo otras facetas más centradas en el diseño gráfico en sí. Las primeras aportaciones de Bass dentro del ámbito del cine se produjeron en el diseño de carteles. Como él mismo indicaba, su primer trabajo real fue en el departamento de arte de la oficina de Warner Bros. En Nueva York, a finales de los años 30, una época en la que los diseños de carteles cinematográficos estaban marcados por el recurso constante de narraciones pictóricas.

En 1949, trabajando ya en la costa oeste de EE.UU., consolidó su propuesta de reducción de los elementos al mínimo en la realización del cartel de la película El ídolo de barro (Mark Robson, 1949).

Cartel de 'Champion', Saul Bass

En este extracto de una interesante conversación con el director y colega habitual Billy Wilder conducida por P. Kirkham podemos ver una de las razones principales por las que Bass decidió alejarse del diseño de carteles y adentrarse en el mundo de la animación en títulos de crédito para películas:

BW: Y no hay quien lo lea ni quien tenga ganas de hacerlo. Después es obligatorio añadir los nombres de siete o más productores: el director de producción, el productor ejecutivo, el productor tal y cual, una película de tal y pascual. Todo eso es ego. ¿Tú crees que alguien va a ver una película porque Joe Smenderink la haya producido? Nadie conoce a esa gente.

SB: Fue algo en este sentido lo que me llevó a hacer secuencias de créditos. Sentía que la gente sin duda quería (o se merecía) algo más que una larga lista de nombres que no querían decir nada al principio de una película.

CARRERA COMO REALIZADOR DE TÍTULOS DE CRÉDITO Y RASGOS PRINCIPALES DE SU TRABAJO

El trabajo de Bass en la industria cinematográfica arranca en 1954 con el encargo del cartel de Carmen Jones por parte de su director Otto Preminger. El resultado del diseño, una rosa envuelta en llamas, impresionó de tal manera al director que este también propuso a Bass crear la secuencia de créditos. Aunque Bass no se había planteado nunca aplicar sus conocimientos al campo de la cinematografía no le resultó complicado trasvasar sus métodos a la imagen en movimiento.

Este hecho chocaba completamente con el sistema establecido del  Star System de Hollywood, ya que en los créditos de Bass no prevalecía la figura de la estrella, sino que utilizaba unas técnicas innovadoras con imágenes sutiles, austeras o incluso abstractas. Podemos decir, por lo tanto, que Saul Bass se convirtió en ese momento en el padre de los títulos de crédito cinematográficos.

Pero no solamente eso, sino que al aunar en un mismo lenguaje los elementos del diseño, del cine y de la animación creó las bases de una nueva profesión, la del diseñador de los títulos de crédito, y un nuevo campo que ha ido cobrando importancia y evolucionando hasta la actualidad, que podemos definir como Motion Graphics o Motion Design. Las definiciones de esta técnica son muy variadas y no existe un consenso general sobre su definición y atributos. Sin embargo buscando la sencillez y precisión podemos partir de la definición aportada por Matt Frantz y afirmar que los Motion Graphics son diseños visuales no narrativos y sin base figurativa alguna que cambian con el tiempo. Pero existe un punto de esta definición que no parece del todo acertado y es el de la narración. Puntualizando, si bien al existir una narración podríamos inclinarnos a decir que estamos ante otro tipo de animación, se hace evidente que en muchas ocasiones el uso de Motion Graphics puede contar una historia simplemente utilizando colores y formas abstractas que se desarrollan en el tiempo, este simple factor sujeto a la forma en movimiento facilita que cuente su propia historia, con independencia de la ausencia de figuración.

Una vez aclarado el significado de los Motion Graphics y su estrecha relación con los títulos de crédito en el cine, remontémonos a su origen a través de la carrera de Saul Bass.

El éxito obtenido y el reconocimiento internacional hacia Bass le llevó a realizar los títulos de crédito de cincuenta y tres películas entre los años 1954, con la ya mencionada cinta Carmen Jones, hasta 1995 con Casino (Martin Scorsese). Durante este periodo, Saul Bass tuvo la oportunidad de colaborar en obras de directores como Robert Aldich, Billy Wilder, Stanley Kubrick y Alfred Hitchcock, entre otros. Pudo explorar las diversas posibilidades expresivas ofrecidas por el medio fílmico, como la imagen en acción real y la animación, el texto fijo y en movimiento, la imagen abstracta y figurativa. Todo esto siempre enfocado desde la concepción de los títulos de crédito como una idea simple.

El estilo de Bass ha influenciado a toda una generación de diseñadores gráficos y por ello merece la pena detenerse a analizar su trabajo y así comprender a través del mismo el avance de este campo en la industria cinematográfica y televisiva.

Saul Bass se reveló como un creador con talento capaz de llevar su tarea a un plano artístico y elevar a la excelencia las posibilidades del medio. Su estilo se caracteriza por una extraordinaria capacidad de analizar y sintetizar, transmitiendo en una imagen toda la esencia del mensaje.

BW: Los fabulosos créditos de Bass podían perjudicar a un director porque, en ocasiones, su material era de mucha mejor calidad que la película. Para considerarse unos títulos de crédito de primer orden estos tienen que ser originales, ayudar al público y colocarlo en el estado de ánimo adecuado. Lo más importante es tener al público de tu parte, que trabaje contigo, trabajar para la película.

(Bass, Wilder & Kirkham, 2013)

Bass conceptualizó la idea principal de la película a través de la imagen, es por ello creador de algunas de las escenas más emblemáticas y reconocibles del cine, generando a través de las secuencias de los títulos de crédito la atmósfera necesaria para introducirse en la película.

Las secuencias de los títulos de crédito funcionaban a modo de fetiche, como un fragmento segmentado aparte del cuerpo principal de la película, algo así como un film dentro del film. Un espacio gráfico aislado que opera como una condensación, preámbulo y comentario de los contenidos venideros. Una pieza que no deja de rivalizar, como constataba Wilder en las palabras citadas anteriormente, con la película a la que precede.

Para lograr esto las imágenes utilizadas se apoyaban de manera constante en el uso de música a través de composiciones de reconocidos autores como Bernard Herrmann, con quien trabajó en numerosas producciones.

El estilo propio de Bass surge en una estética basada en colores planos, centrándose sobre todo en blancos y negros o gamas de rojo en sus distintas variaciones. En cuanto al uso de formas se recurre al simbolismo a través de formas geométicas sencillas y expresivas, con una apariencia manual y artesanal que recuerda a la técnica del collage. Así como el uso de diferentes tipografías y signos de trazos irregulares.

Habitualmente aparecen en sus secuencias tipografías de palo seco, robustas y contundentes. A menudo recurre también a la tosquedad de una escritura manual irregular y de patrones fijos que resulta en una sensación de impulsividad. Sin embargo la mayoría de las veces el tipo gráfico es cortante, severo y rasgado, como es el caso de Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960). Como ejemplo podemos nombrar varias de las fuentes utilizadas en sus cabeceras, así sea Clarendon, Sin Serif, o Baskerville.

La animación dibujada recoge aspectos esenciales de la película y mediante la misma se crea una estrecha relación compositiva entre texto e imagen. Las letras podían representar objetos mediante un tratamiento formal y contexto, con el movimiento de la imagen Bass fue capaz de trasvasar el comportamiento físico de dichos objetos al texto, llegando a adquirir cualidades narrativas en la secuencia.

Este movimiento de los elementos que componen la secuencia a menudo se percibe como discontinuo y que procede como por saltos. Los signos entran y salen del plano arrastrados o proyectados. Se lleva a cabo un gran uso de la tensión, mediante las contradicciones de fuerzas (tanto en movimientos como en colores opuestos), la contorsión de la imagen y la deformación entre líneas y planos, así como en la modulación de la luz.

En estas elecciones estéticas podemos vislumbrar influencias del ámbito pictórico puramente gráfico, como vanguardias europeas como el Suprematismo o reminiscencias claras de la modernidad en concepciones de forma y espacio que proceden de la escuela Bauhaus.

Como el propio Saul Bass reconocía, podemos dividir su recorrido artístico en dos etapas claras de su producción.

En un momento inicial sus obras se decantaban por secuencias en las que combinaba títulos y animación, realizando catorce secuencias a lo largo de su carrera con texto en movimiento, una de sus aportaciones más notables al diseño de los títulos de crédito.

En la siguiente etapa de su carrera, Bass también se inclinaría por la inclusión de imágenes de acción real en sus trabajos.

ANÁLISIS DETALLADO DE LA OBRA DE SAUL BASS EN SUS DIFERENTES ETAPAS

Podemos ver aplicado el uso de los recursos estilísticos e influencias mencionados anteriormente mediante una serie de fotogramas de diferentes títulos de créditos realizados por Bass a lo largo de su carrera, de esta forma las diferentes ilustraciones detallan el uso de elementos en la imagen como el movimiento, los símbolos o la tipografía, así como la composición.

Ilustración 1: Secuencia de títulos de crédito de El hombre del brazo de oro (Otto Preminger, 1955)

Como vemos en la ilustración 1, unas agresivas barras blancas atraviesan la pantalla sobre un fondo negro en todas direcciones y coincidiendo con el clímax de la música se convierten en la imagen estilizada de un antebrazo, la imagen se congela y aparece el nombre del director en una sencilla tipografía de palo seco. Estos créditos suponen un hito en la historia del cine y el nacimiento de los Motion Graphics a través del trabajo de diseño de Saul Bass.

Ilustración 2: Secuencia de títulos de crédito de Anatomía de un asesinato (Otto Preminger, 1959)

En la secuencia sobre estas líneas se muestran fotogramas de los créditos de Anatomía de un asesinato (Otto Preminger, 1959). Esta secuencia se desarrolla en torno al símbolo gráfico de la silueta de un cadáver mostrada de forma fragmentada y caracterizada por la simplificación de las formas. La imagen y el texto forman una unidad mediante una estrecha relación compositiva, a pesar de que el texto en esta secuencia carece de movimiento.

Ilustración 3: Secuencia de títulos de crédito de Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960)

En Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960), Bass recurre nuevamente a una secuencia de títulos en blanco y negro, en armonía con la decisión de fotografía de Hitchcock de realizar la película con un tono monocromático. La secuencia presenta nuevamente un mínimo de elementos gráficos basados en líneas rectas y tipografía. Con estos elementos se realiza un juego de opuestos entre el blanco y el negro y se utiliza el movimiento y la composición para simbolizar aspectos clave de la historia, ayudado por el quiebre del texto y líneas. También cabe destacar la estrecha relación entre la imagen y la música, gracias a la que la animación se percibe como un todo perfectamente sincronizado y establece así el tono general de la cinta.

Ilustración 4: Secuencia de títulos de crédito de Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959)

En los títulos de crédito de Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959) nos encontramos ante la primera secuencia en la que el movimiento del texto resulta determinante para su concepción y resultado final. Las direcciones marcadas por las flechas del título principal son seguidas por el resto de créditos en su desplazamiento por la imagen.  La secuencia de créditos puede dividirse ya en dos partes, una inicial con imagen de animación abstracta compuesta de líneas que se desplazan a través de un fondo verde, y una segunda parte en la que se integran imágenes de acción real. Antes de esta cabecera, Bass ya habría utilizado el movimiento en el texto en las secuencias de títulos de crédito de La tentación vive arriba (Billy Wilder, 1955) y Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958). En esta última cinta (Ilustración 5) los títulos de crédito están ordenados de forma inversa. La cabecera está compuesta por una primera parte de acción real, y un solapamiento y yuxtaposición de una segunda parte de animación, destacando especialmente la combinación de ambos elementos. Además, la tipografía se muestra como un contorno que permite ver más allá de la letra y resulta en una integración más sutil con la imagen, el texto también se mueve, esto adquiere gran importancia dado que el movimiento ascendente del título de la película sugiere una estrecha relación con la altura, reforzando el significado lingüístico del mismo, con el miedo a las alturas y su especial importancia en el metraje que se muestra a continuación.

Ilustración 5: Secuencia de títulos de crédito de Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958)
Ilustración 6: Créditos finales de La vuelta al mundo en 80 días (Michael Anderson, 1956)

En la ilustración 6, sobre estas líneas, se muestra la secuencia de créditos final de La vuelta al mundo en 80 días (Michael Anderson, 1956). Podemos comparar esta secuencia con otros créditos finales destacables dentro de la filmografía de Bass, los de West Side Story (Robert Wise,  Jerome Robbins, 1961), mostrados en la ilustración número 7.

Para la secuencia de La vuelta al mundo en 80 días, Bass resumió el contenido del film que precede a los títulos para mostrar mediante el uso de una representación reduccionista y simbólica a los personajes que aparecían en la película. El autor utiliza la simplificación de las formas y el uso del color plano. Además muestra el avance de los personajes de un lado a otro de la pantalla con un movimiento horizontal para representar la idea del viaje realizado.

En West Side Story, sin embargo, se utiliza la acción real en la secuencia, integrando el texto en el universo diegético de la cinta, como se mencionaba anteriormente en las características del diseñador, abunda el uso de tipografías de palo seco pero esta vez combinadas con un uso del texto realista y artesanal.

Ilustración 7: Créditos finales de West Side Story (Robert Wise, Jerome Robbins, 1961)

A partir de la segunda mitad de los años 60 la actividad de Saul Bass fue decreciendo en el campo del diseño de secuencias de títulos debido, sin duda, al intrusismo en el sector y el abuso de muchos creadores por las nuevas técnicas, creando imágenes que no aportaban gran cosa a la película. Esto no quiere decir que estos años no fuesen fructíferos para el artista, ya que se centró en otros aspectos como la creación de sus propias películas y el diseño de identidad corporativa.

SB: Sin duda. En 1958 hice los créditos de Horizontes de grandeza para Willie Wyler y me llamó un amigo que había visto la película para decirme: «¿Sabes? No parecen para nada unos títulos de Saul Bass». Yo le pregunté: «¿Y qué demonios son unos títulos de Saul Bass?» Lo que cuenta es la película y los créditos tienen que apoyarla. Yo intento que mis secuencias tengan un tono que sea el apropiado para cada película. Con el tiempo el oficio de hacer créditos se desmadró. Llegó un momento en que parecía que alguien se hubiera plantado delante de la película para ejecutar un número de baile. Los títulos imaginativos se volvieron una cuestión de moda, no de utilidad, y en ese momento me retiré.

(Bass, Wilder & Kirkham, 2013)

Sin embargo, Bass volvería a realizar secuencias de títulos de crédito en los últimos años de su vida. En colaboración con su esposa Elaine creó grandes secuencias de créditos, colaborando en películas de Martin Scorsese como Uno de los nuestros (1990), El cabo del miedo (1991), La edad de la inocencia (1993) y Casino (1995).

Ilustración 8: Secuencia de títulos de crédito de Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990)

Saul Bass regresa de su retiro en Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990) con una concepción muy singular, tratando los títulos como objetos (Ilustración 8), En estos créditos se da un paso de mayor abstracción y se pierde casi de forma total el parecido con lo que el texto representa, los faros de un coche. Sin embargo a través del color, el movimiento y el sonido se permite vincular la animación a ese mismo concepto. Sin duda una lección magistral de diseño que revela un carácter narrativo e integra los títulos de crédito con la historia contada.

LEGADO DE BASS EN EL PANORAMA AUDIOVISUAL RECIENTE

La era dorada de las secuencias de títulos de crédito cinematográficas llegó a su fin a finales de los años sesenta. Sin embargo en los noventa fue Kyle Cooper y su secuencia para la película Seven (David Fincher, 1995) la que volvió a poner en auge la confianza del medio en la importancia de estas piezas. Aunque su fuerza hoy en día se haya diluído de forma general en meros title shots a modo de logotipo situados al principio o al final de las películas.

La decadencia de la inclusión de los títulos de crédito iniciales en el cine no supone que el legado de Bass no siga vivo hoy en día. El uso de Motion Graphics sigue latente en la realización de muchos créditos finales en películas actuales, así como en la pequeña pantalla mediante su uso en cabeceras de series de televisión o en campos relativamente recientes o en expansión, como el de los videoclips que aúnan imágenes en movimiento con las canciones y a su vez muestran en pantalla los versos de dichas piezas musicales.

La figura y trascendencia de Bass han ido creciendo con el paso del tiempo de forma indudable, mediante el recuerdo de diseñadores y no sólo en lo referente a secuencias de títulos, sino también a trabajos publicitarios o carteles cinematográficos. Su huella resulta ineludible y multitud de trabajos actuales mantienen su esencia mediante la herencia de sus métodos de trabajo. Asimismo, la admiración a su figura lleva a trabajos homenaje que imitan su estilo en piezas audiovisuales actuales, reinterpretando diseños desde el que podría haber sido el punto de vista de Bass.

Ejemplo de estos trabajos homenaje son las secuencias de crédito de Kiss Kiss Bang Bang (Shane Black, 2005) o Atrápame si puedes (Steven Spielberg, 2002), en las que los autores reconocen la influencia de Bass, así como hacen referencia a todo el contexto visual de los años 60 en el uso de las formas, los colores y la técnica del collage. En España también abundan los ejemplos de este tipo de secuencias, destacando la de Buried (Rodrigo cortés, 2010) que sigue la estela de colores y líneas dibujada por Bass. O uno de los autores nacionales más destacados, Pedro Almodóvar, que también suele utilizar la técnica del collage en los créditos iniciales de sus películas, así como la animación del texto y una tipografía deudora del trabajo de Saul Bass.

Bass cambió para siempre el sentido de las secuencias de crédito, descubriendo un nuevo ámbito de creación para el diseñador gráfico. En menos de dos minutos fue capaz de sintetizar toda la riqueza de extensos relatos cinematográficos. No debemos intentar encontrar similitudes en los trabajos actuales que no se acercan al homenaje. Sin embargo la esencia del mensaje sí que puede encontrarse en multitud de secuencias de crédito actuales que se alejan estilísticamente del trabajo de Bass.

Por ejemplo, hoy en día nos encontramos en un momento de auge de las series televisivas gracias a plataformas de vídeo en Streaming como Netflix o al abaratamiento de los recursos para llevar a cabo una ficción. Estas piezas audiovisuales serializadas suelen contener una cabecera deudora del trabajo de Bass.

Las cabeceras de series de televisión tienen un objetivo muy similar al de los títulos de crédito de Saul Bass. Se trata de utilizar símbolos y texto en sincronía con el uso del sonido para establecer la atmósfera de la ficción que el espectador está viendo.

Ilustración 9: Secuencia de créditos iniciales de la serie de TV Mad Men

La serie de televisión Mad Men, supone el ejemplo perfecto del legado de Bass. Los fotogramas extraídos de la cabecera expuestos en la ilustración 9 muestran el uso de una tipografía con un diseño que remite a las vanguardias, así como un diseño gráfico minimalista. También se recurre al uso de siluetas y colores planos combinados con carteles publicitarios de la época, un estilo que recuerda al uso del collage en el trabajo de Saul Bass. En el diseño de los rascacielos se revela ya un homenaje confeso a la secuencia de los títulos de crédito realizados por Bass en la película de Hitchcock Con la muerte en los talones.

Todos estos elementos gráficos en la cabecera no son producto del azar, crean una atmósfera que establece la época en la que se desarrolla la serie, así como el ámbito del trabajo publicitario que llevan a cabo sus protagonistas (recordemos que Bass también ocupa un lugar destacado en la realización de carteles publicitarios).

En Mad Men se recurre al homenaje, sí, pero los elementos utilizados se combinan de una forma menos simple que en los trabajos de Bass. No se trata de crear una secuencia igual a la de los primeros créditos iniciales de Hollywood, sino más bien de desgranar sus elementos y combinarlos en una pieza que recurre a métodos del lenguaje audiovisual actual.

Ilustración 10: Fotogramas extraídos de la cabecera de la serie de TV Fringe

En la ilustración 10 se nos muestra parte de la secuencia de créditos iniciales de la serie de TV Fringe (2008) diseñado por Andrew Kramer. Para la realización de este diseño, Kramer sigue la estela de Bass y combina la música con el movimiento de la imagen y el texto. También se apoya en el uso de símbolos y todo el conjunto funciona como antesala para la ficción a la que pertenece (una serie de ciencia ficción al estilo de Expediente X).

Sin embargo en esta cabecera también podemos comprobar elementos alejados de la obra de Bass, el avance en el campo audiovisual y de los Motion Graphics ha incluido nuevos estilos, como la inclusión de imágenes texturizadas y el uso de VFX, así como tipografías más modernas aunque igualmente simples. Todo ello se utiliza al servicio de la historia que se nos cuenta en una composición dotada de la máxima coherencia.

Hoy en día, por lo tanto, podemos ver que en el diseño gráfico comercial el lugar para el estilo propio es muy limitado. Se juega con unas reglas estrictas y marcadas que provocan que todavía sea más destacable el trabajo de artistas que, como Saul Bass, logren transmitir el mensaje que requieren sus clientes sin dejar de lado la opción de establecer una impronta personal en su trabajo.

En definitiva, Saul Bass conquistó el medio cinematográfico trasvasando sus conocimientos del diseño publicitario y la imagen fija. Sus conquistas fueron en muchos casos progresivas, acorde con el aprendizaje y la evolución del artista.  Sus trabajos fueron un enorme impulso para el sector del diseño gráfico a partir de los años 50 y sus logros a la hora de incorporar animación a las secuencias de títulos llegaron gracias a la novedad y repercusión que alcanzaron sus trabajos.

Bass buscó la experimentación, haciendo que su obra, sus ideas y sus propuestas visuales influyeran en sus coetáneos y en generaciones venideras.

El estilo de Bass es perfectamente reconocible, en él confluyeron la estética del arte europeo con la filosofía de la publicidad americana. Cuando se encontró con Otto se creó una situación en la que confluían dos artistas originales deseosos de romper las barreras establecidas, llevando sus disciplinas a un nuevo nivel. Su trabajo alcanzó un toque personal al aunar dichas influencias y todavía sigue inspirando a los diseñadores actuales. Sus aportaciones al campo del diseño gráfico son notables y evidentes, siendo el primero de una importante serie de diseñadores que revitalizaron el diseño gráfico en movimiento, a la par que fundamentales en el nacimiento de los Motion Graphics y el desarrollo de los títulos de crédito para poder entenderlos de la manera actual.

2 comentarios el “SAUL BASS: SU CARRERA E INFLUENCIA EN EL DISEÑO DE TÍTULOS DE CRÉDITO

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